viernes, 5 de octubre de 2007

¿Resurrección o la mejoría antes de la muerte?

Parece que los Pumas han resucitado... últimamente ha dado señales de querer reanimarse y esto a los aficionados que militan en la causa auriazul, los tiene muy ilusionados y listos para apoyar.

Ésta es la historia de la vida de los aficionados pumas: ganan los Pumas y apoyan; comienzan a perder, apoyan; siguen perdiendo y siguen apoyando, aunque se reservan el derecho a llevar al entrenador a la piedra de los sacrificios (¿oíste, Tuca?).

Por lo pronto, las noticias son francamente buenas. El equipo parece haberse ya conectado y se ha impuesto el orden en la línea media y esa delantera que, a la hora de ir al ataque, se movilizaba como niños en piñata de kínder, hoy ha adquirido una mucho mejor organización a la hora de realizar goles.

Ahora Pumas tendrá contra Santos una doble prueba de dónde están parados: por una parte, tras mucho tiempo de no hacerlo, juegan sin Leandro. No será fácil. Ya por varios años, Leandro Augusto ha fungido como emblema de los Pumas y ha cumplido en la cancha la tarea de enlace entre la ofensiva y la defensiva. Con una extraordinaria condición física, Leandro sube y baja por la cancha sin mostrar jamás cansancio. Ahora jugaran sin él y lo harán contra uno de los equipos más sólidos y efectivos de este torneo.

Será todo un prodigio salir vivos, quizá victoriosos, del estadio Corona; principalmente por la existencia de Ludueña, Vuoso y toda su corte que, a la voz del muy talentoso Travieso Guzmán, se mueve magníficamente por el campo. Y esto también hay que añadirlo: el Santos va a jugar en su cancha, con su público y con su calor.

Prueba rigurosa pero concluyente para saber si en verdad los Pumas resucitaron, o sólo se ha tratado de esos calambritos que ocurren antes de morir.

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