No hubo justicia

Más allá de mi gran afición por los colores azul y oro, durante los 180 minutos de la final los Pumas fueron muy superiores al Atlante. Desafortunadamente les faltó el punch suficiente para alzarse con el campeonato.

Durante el partido de ida, y la primera mitad del juego en Cancún Pumas fue ampliamente mejor que el Atlante, tuvieron 6 jugadas claras de gol, por ninguna del Atlante. Esto sin incluir un clarísimo penal a favor de la Universidad que sólo Archundia no lo vio.

El segundo tiempo se emparejó, Atlante tuvo dos opciones de gol en toda la eliminatoria y las anotó... asi es el futbol. Pumas empató y parecía que todo mejoraba, una vez más Leandro era el motor del equipo. Después otra falla arbitral para recordar, una brutal entrada de Pereyra sobre Leando que sacó al motor puma de la cancha, ante la incapacidad de un Archundia que sólo amonestó. Ahí, el partido cambió, y Pumas perdió el control del medio campo.

Una gran mención al Tuca Ferreti, estos Pumas jugaron muy bien, tenían profundidad, llegada por las bandas, se defiende bien, presiona constantemente, realmente llenan la pupila.

Felicidades a los Atlantistas, al final, ellos anotaron los goles, y a lo largo del torneo merecieron más. Ojala sea el inicio de una nueva era de estos potros en Cancún.

Hoy el futbol no fue justo, ganó el que no quiso respetar la esencia, el que esperó, el que cambió su forma de jugar, el que no propuso, el que se defendió, el que jugó en su territorio, en fin. Si la vida no es justa, porque esperar que el futbol lo sea.